El rugido de las guitarras, la energía de miles de voces y ese aire inconfundible de fiesta y rebeldía volverán a llenar el Estadio GNP Seguros los días 14 y 15 de marzo de 2026. El Vive Latino está de regreso, y su cartel —imponente, diverso y nostálgico— confirma por qué este festival es mucho más que una cita con la música: es una tradición, un ritual, una declaración de vida.

Desde hace más de dos décadas, el Vive ha sido un punto de encuentro entre generaciones. Y esta edición 2026 no solo reafirma su legado, sino que lo eleva a un nuevo nivel. En el centro de la conversación están nombres que definen eras: The Smashing Pumpkins, con su melancolía eléctrica y ese universo alternativo que marcó los noventa, encabezarán una de las noches más esperadas. Billy Corgan y compañía llegan listos para convertir el escenario en una experiencia entre la introspección y la furia, con himnos como 1979, Tonight, Tonight y Bullet with Butterfly Wings resonando como plegarias generacionales.

Pero el viaje no se detiene ahí. The Mars Volta, los arquitectos del caos sonoro, regresan para incendiar la mente del público con su propuesta inigualable. Cedric Bixler-Zavala y Omar Rodríguez-López no solo tocan música: crean universos. Cada acorde es una explosión, cada pausa un abismo. Y en un Vive Latino donde los contrastes son la esencia, su presencia será pura catarsis.

El espíritu latinoamericano late fuerte en cada rincón del cartel. Los Fabulosos Cadillacs traerán el poder del ska y la historia viva del rock en español. Con más de tres décadas de carrera, los argentinos son sinónimo de energía, memoria y unión. Junto a ellos, la elegancia de Fobia, la vibra inconfundible de Maldita Vecindad, la mística de Santa Sabina y el groove imposible de Illya Kuryaki and The Valderramas forman un bloque legendario que representa lo mejor del rock latino.

Y como si el tiempo se doblara, el festival abre también espacio para los gigantes internacionales que marcaron caminos. Lenny Kravitz, con su estilo inconfundible, su sensualidad y su mezcla de funk, soul y rock, llegará para recordarnos que la actitud no se improvisa. John Fogerty, voz inmortal de Creedence Clearwater Revival, pondrá el toque clásico con canciones que son parte del ADN de la música universal. Mientras tanto, Cypress Hill traerá la dosis de hip-hop y rebeldía que nunca falta en el Vive, con rimas, beats y una actitud incendiaria que se sentirá desde el primer bajo que retumbe.

El cartel también apuesta por las nuevas generaciones y la evolución constante del sonido. Desde el encanto íntimo y melódico de Cuco hasta el pop sofisticado de Carlos Sadness, pasando por la potencia emergente de Erin Memento, Reyna Tropical o Madre Perla, el Vive demuestra que el futuro de la música latina está lleno de matices, identidades y exploraciones.

El Vive Latino 2026 no olvida tampoco su espíritu de diversidad. Por eso, habrá reggae con Dread Mar I, hip-hop de alto calibre con Rich Mafia (Alemán + Gera Mx), psicodelia tropical con Dubioza Kolektiv, y sabor caribeño con la legendaria agrupación El Gran Combo de Puerto Rico, que promete transformar el estadio en una pista de baile infinita. Y sí, la locura de Banda Machos también dirá presente: una cumbia para romper el suelo, una ironía más dentro de la magia del Vive, donde lo inesperado se celebra.

Entre los nombres que completan el cartel brillan también Tom Morello, guitarrista de leyenda y activista del sonido, Moby (DJ Set) con su elegancia electrónica, Love of Lesbian y su pop existencialista, Moenia, Hello Seahorse!, Trueno, Enjambre, Los Viejos, Monobloco, Marco Mares, Los Amigos Invisibles, Margaritas Podridas y muchos más que dan forma a un cartel que vibra en todos los idiomas y géneros posibles.

Lo que hace único al Vive Latino no es solo su tamaño o su historia, sino su alma. Esa mezcla de juventud eterna, nostalgia y euforia colectiva que se respira desde el primer acorde. Cada edición es un reencuentro con la música, pero también con uno mismo: con ese instante donde todo vibra, donde no hay fronteras ni etiquetas, solo el pulso de una multitud unida por el sonido.

El Vive Latino 2026 se perfila como una edición inolvidable: una en la que los íconos se cruzan con los nuevos nombres, donde el pasado y el futuro se miran de frente y sonríen. Y cuando caiga la noche sobre el Estadio GNP Seguros, cuando el último acorde se diluya entre las luces, miles de voces volverán a gritar lo que da sentido a todo esto: que la música está viva, y mientras exista, el Vive nunca dejará de latir.