Sebastián Santamaría (Bogotá, 1996) es artista visual, escritor y sociólogo. Publico el libro Flores de andén poblando las grietas (2022) gracias a una beca del Programa Nacional de Estímulos del Ministerio de Cultura. En el 2020 resulto ganador del concurso de poesía “Entre versos y ciudades” realizado por el Colegio Colombiano de Juristas. Su obra se caracteriza por combinar diferentes medios y formatos, dando como resultado obras como piezas de poesía concreta.​​ Actualmente trabaja como Video Jockey y productor audiovisual. Sus obras han estado exhibidas en diferentes espacios de la ciudad. En el 2023 participó en el Festival REAL MIX realizado por el Planetario de Bogotá con la obra ‘Umbrales tropicales’ (espacio de realidad virtual). En el mismo año, exhibió la instalación interactiva ‘Fantasía Liminal’ en el marco del Ciclo Rosa de la Cinemateca de Bogotá. Finalmente, en el 2024 participó en el Festival de Cortos Psicoactivos Échele Cabeza con el corto ‘Rizoma’ y realizó el performance ‘Alucinaciones’ en el marco del Festival de Cine Experimental de Bogotá.

 

 

 

 

 

 

 

Ruido

 

Lo único íntimo en esta ciudad es el ruido

rebotando furiosamente sobre estos edificios descreídos y marginales

aquí donde nace el metal

y el ruido de la pulidora acaricia los nervios de la matriz

aquí donde se curan los motores

y se forman pequeños lagos

con la sangre multicolor de las baterías sin energía

 

¿lo has visto?

las babas oxidadas de la gran industria

el ciber-semen de la globalización

ese charco de aceite arcoíris manchando la calle

un afluente violeta mercurio de ultramar

que muere y no es semilla

 

a las 6 de la mañana la pulidora cacarea en la periferia

dándole besos al hierro que ruge chispas

así es mi barrio:

fábricas, dedos cortados, tinte plateado

latonerías, almuerzos baratos y repuestos

todo está sucio y lleno de grasa

el feto digital deja su rastro en cables de fibra ancha

 

aquí nacen los huesos del gigante de metal

aquí nacen los sueños de los sueños

aquí se construyen las tijeras

con las cuales recortan las partes

de ese collage que llamas Bogotá

aquí la fiesta del lenguaje

es un perro ladrando a las 6 de la mañana

son los gatos gladiadores en el techo dejándolo todo en la madrugada

es una cabina con hardcore sonando debajo de la almohada

es Paloma Valencia gritando desde la torre Colpatria

es el Spotify de Iván Márquez

el Age of Empires de Uribe

es la voz del metal fungiendo ‘libertades’

es la voz mecatrónica del mineral

el ciborg intergaláctico que manda señales debajo de todas estas

montañas repletas de campamentos, militares, vacas y drogadictos

como tú o como yo que intentan soñar un sueño más de

dos veces para tirarse de legendarios en este juego de la vida

 

y entonces me pregunto:

 

por qué he de sobreponerme al ruido

para escribir poemas épicos sobre la belleza del obtuso silencio

en la complicidad de pechos vacíos

en este patíbulo de indiferencias

y palabras que no se estrellan en ningún lado porque a ningún lado van

y a nadie quieren tocar

por qué poesía del silencio

frente al ruidoso veneno que se filtra en cada poro de nuestra intimidad

por qué no lanzar las calles

a la estática moral de tus manos limpias

y prenderles fuego

justo en la mitad del horizonte blanco

¿por qué no montar nosotros la banda telonera del apocalipsis?

por qué no abrirnos el cuerpo con la navaja del movimiento

de mástil dialéctico

y meterle un poema en todo el estómago

e inmolarse frente al futuro que no existe

del fin del mundo posmoderno

para decirte: todos los días se acaba todo

todos los días hay poemas nuevos

todos los días antes del mediodía caerán sobre ti las no-ganas de todo

todos los días, entonces, hay menos que perder

todos los días los no días

todos nadie nunca y por eso hay que ir por todo.

 

 

 

 

 

 

 

Muchacha clic

 

Un día

clic

vienes de menos a más con tus ojos gatopardos

a decirme que

clic

todo es mejor si no te dejas llevar por las apariencias

clic

pasas de lejos

clic

te vuelvo a ver

clic

no sé quién eres, pero no pares

clic

¿a dónde vamos?

clic

está bien, tú conoces más que yo

 

clic con los ojos cerrados

estoy sentado en el sofá de tu casa

clic

estoy en tu espalda hablando con tu cuello

clic

otro sofá se balancea sobre nuestras huestes

clic

arriba abajo de lado

clic

ya la noche no nos suelta

clic

nos confunde el silencio del mediodía

clic

quién eres y por qué te vas

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ clic

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ cloc

 ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​ ​​​​ metafísico

 

espérame que también estoy perdido

clic

tampoco quiero que se me vaya el tiempo soñando

clic

sé que tampoco tienes respuestas

 

sé que tus manos de leche

y las mías de chocolate

solo quieren tener la certeza

de un clic en el pecho

y mi lengua la certeza del olimpo

latinoamericano de tu ombligo

o de besos lanzados al cielo oscuro de tu sexo

donde clic

anochece el miedo

y la luz ve la verdad del silencio

 

clic en el corazón

clic en los sueños

besitos clic de un nuevo mundo.