El próximo 31 de octubre, el Palacio de los Deportes se convertirá en un templo oscuro y apasionado cuando Morrissey regrese a la Ciudad de México con su gira “Nude”. Una fecha que promete ser mucho más que un concierto: una verdadera celebración de Halloween con la melancolía, el sarcasmo y la intensidad que solo él sabe entregar.
Hablar de Morrissey es hablar de un legado imposible de ignorar. Con 13 álbumes en solitario que han alcanzado el top 10 en Reino Unido, incluyendo tres números uno, y un Premio Ivor Novello que lo reconoce como uno de los más grandes letristas de su generación, el ex líder de The Smiths sigue siendo una voz que atraviesa décadas. Su historia comenzó con himnos inmortales como “This Charming Man”, “How Soon Is Now?” y “There Is A Light That Never Goes Out”, para después consolidarse como solista con clásicos como “Suedehead”, “Everyday Is Like Sunday”, “Irish Blood, English Heart” o “First of the Gang to Die”. Canciones que han marcado a generaciones enteras de fans en todo el mundo.
En los últimos años, su impacto no solo ha sido musical. Su activismo lo ha llevado a ser reconocido con el Premio Social Vanguard 2024, por su destacada labor en defensa de los derechos de los animales, reafirmando que Morrissey no solo canta, también levanta la voz.
Eso sí, para quienes seguimos de cerca su carrera, sabemos que amar a Morrissey también implica aprender a esperar… y a veces, a esperar mucho. Sus constantes cancelaciones se han vuelto parte de la narrativa: lo queremos tanto que incluso bromeamos diciendo “si nos cancela diez veces, lo esperamos once”. Porque, al final, cada reencuentro suyo en México se siente como una redención, como si todo valiera la pena cuando por fin aparece en el escenario.
El 31 de octubre no será la excepción. Será una noche donde se mezclen las sombras y las luces, la nostalgia y la euforia, el humor ácido y la poesía de uno de los artistas más influyentes del pop británico. Morrissey y Halloween en la misma ecuación prometen una celebración inolvidable.
