El ex-campeón mundial de ajedrez, Vladimir Kramnik, ha roto el silencio en medio de la tormenta mediática y legal que lo rodea, especialmente tras la trágica muerte del Gran Maestro estadounidense Daniel Naroditsky. En una entrevista con Al Arabiya English, Kramnik abordó la remisión de sus declaraciones por parte de la FIDE a su comisión de ética, su supuesta acusación de trampas, y las acciones legales que está emprendiendo contra aquellos que, según él, lo están difamando.

La atmósfera en el mundo del ajedrez se ha vuelto notoriamente tóxica en los últimos años. Kramnik afirma ser víctima de una campaña de relaciones públicas orquestada para silenciar sus serias preocupaciones sobre el fair play y las trampas en eventos con millones de dólares en premios, un tema que, según él, la FIDE y Chess.com han preferido cubrir o ignorar.

Argumentos y defensa ante la FIDE y Chess.com

EN la mencionada entrevista, Kramnik insiste en que su posición ha sido mayormente falsificada. Niega rotundamente haber acusado a Naroditsky de hacer trampas. Lo que sí hizo, asegura, fue recopilar una enorme cantidad de material y documentación que, a su juicio, exigía una investigación formal de la FIDE o Chess.com debido a “muchas cosas extrañas que estaban sucediendo”.

No obstante, el ex-campeón afirma que sus peticiones de examen, incluyendo la oferta de presentar un “método de nueva generación” anti-trampas, fueron ignoradas tanto por la FIDE (hace un año, antes de la Olimpiada de 2024 en Budapest) como por Chess.com. En lugar de una investigación, dice, comenzó a ser acusado de mala conducta. Por ello, da la bienvenida al examen de la comisión de ética de la FIDE, declarando que está “absolutamente listo para proporcionar toda la documentación”, con la esperanza de que la revisión sea imparcial y de “hechos reales, no de relaciones públicas”.

Y es que, en la práctica, Kramnik se siente un “chivo expiatorio” utilizado por las autoridades del ajedrez, en particular por Chess.com, que “es la fuerza más influyente ahora en el mundo del ajedrez con diferencia” y tiene “relaciones contractuales y financieras” con la mayoría de jugadores y medios. Esto, según Kramnik, crea un entorno donde pocos se atreven a hablar en público, aunque muchos jugadores de élite expresen en privado su “preocupación muy seria” sobre el problema de las trampas.

La tragedia de Naroditsky y las consecuencias legales

En el doloroso contexto de la muerte de Daniel Naroditsky, Kramnik enfatiza que el suceso es “completamente trágico” y “desgarrador”. Deplora que las fuentes mediáticas y “aquellos que están intentando ocultar [algo]” estén cargando toda la culpa sobre la historia de hace un año, ignorando que Naroditsky se enfrentó a “muchos otros problemas” en su último año de vida. Por ejemplo, fue despedido como comentarista principal de Chess.com y descalificado de un torneo por una supuesta violación del fair play —hechos que, según streams de Naroditsky, le resultaron “muy dolorosos”.

Kramnik se considera la única persona que “días antes” de la muerte, al ver el último stream —donde Naroditsky apenas podía hablar y “parecía estar en un problema físico real”—, publicó en Twitter (X) pidiendo “por favor, ayúdenlo”. Él lamenta que en lugar de ayudar, “la única cosa que la gente hacía era culparme por llamar la atención” y “empezar a borrar la evidencia” (ya que, según Kramnik, “todos sus streams de su canal de Twitch fueron borrados un día antes de su muerte”). Lo que ocurrió fue una “desesperación y rabia” que lo llevó a sus posteriores y polémicos tuits, no dirigidos a Naroditsky, sino a quienes “estaban alrededor” y no hicieron nada.

En respuesta a las calumnias y a las acusaciones de “ciberacoso” (según Kramnik) de otros GMs como Hikaru Nakamura y la fuerte crítica de Magnus Carlsen, Kramnik ha emprendido acciones legales. Las amenazas y el acoso le recuerdan que está lidiando con “fuerzas muy poderosas” que no quieren que se revelen ciertos hechos. Así, con su equipo legal:

  • Ha abierto una causa penal en Suiza (donde reside) por las “amenazas de muerte” directas a él y a su familia, solicitando protección federal.
  • Prepara un segundo y probablemente un tercer caso civil y penal contra personas o estructuras que lo han “difamado” y “calumniado”, incluyendo a Nakamura.

Como si fuese una pieza de ajedrez sacrificada en el tablero para desviar la atención del verdadero problema —un problema sistémico de falta de transparencia y control de trampas—, Kramnik se declara “totalmente confiado” en sus pruebas documentales. “No tengo otra opción ahora que ir a la vía legal”, afirmó, buscando la “integridad del juego”.

La cruzada de Vladimir Kramnik se basa en un principio fundamental: la necesidad de un ajedrez más justo y transparente, libre de la influencia desmedida de una sola entidad. Él está dispuesto a correr el riesgo, incluso reconociendo que “es una opción” que el “agujero de conejo sea muy profundo” y peligroso.

Lo único que espera es que, tras esta tragedia, el mundo del ajedrez cambie, que “las trampas sean castigadas” y que “tales historias horribles no vuelvan a suceder”.

  • Reflexiona: ¿Cómo pueden los organismos rectores del ajedrez equilibrar la necesidad de “proteger la integridad” del juego con el “respeto” y la “responsabilidad” que exigen a sus propios campeones, especialmente en un entorno digital tóxico?
  • Actúa: Infórmate sobre los métodos de detección de trampas —tanto los actuales como las “nuevas generaciones” que Kramnik menciona— para entender la dificultad técnica de esta “guerra” por el fair play.