El pasado viernes, ALISSTAR sonó más que nunca. El estudio abrió sus puertas para celebrar su nueva etapa y lo hizo con la energía que lo define: música, gente talentosa, amigos y buena vibra. Una energía que solo se siente cuando todos están ahí por la pura pasión.
ALISSTAR mostró su capacidad para convertirse en un espacio lleno de personas que viven y respiran música. Santiago Saucedo, fundador del estudio e ingeniero en audio formado en Berlín y en SAE Institute, recibió a todos con la emoción de quien ve cómo su proyecto sigue marcando el ritmo de una escena que no para de crecer.

El nuevo ALISSTAR se siente fresco, cómodo, más abierto a lo que venga. Cada espacio inspira: las cabinas, los pasillos, los muros llenos de historia y sonido. Es el tipo de lugar donde un simple encuentro puede terminar en una colaboración o en una nueva canción lista para explotar.
No es casualidad que artistas como Neto Peña, FNTXY, Renee, Fer Altuzar, Joaquín Coronel, Marc Seguí, Blue Rojo o Adán Cruz hayan pasado por aquí para grabar, producir o simplemente conectar. Con productores residentes como Saga, Doa y MikyGlocky al frente, el estudio reafirma su misión: ser un espacio donde la música se sienta tan libre como profesional. Saucedo, junto a invitados especiales, compartió anécdotas y aprendizajes en una charla cercana que recordó por qué el estudio se ha convertido en punto de encuentro para músicos de distintas escenas. Después llegó el turno de la Jam Session: guitarras, beats y voces se cruzaron sin guion, dejando claro que el espíritu colaborativo sigue siendo el corazón del proyecto.


El mezcal Mala Noche se volvió parte del soundtrack, pasando de mano en mano mientras se armaban nuevas amistades y se cocinaban futuras colaboraciones. Entre brindis y risas, quedó claro que ALISSTAR no es solo un estudio, es una casa donde la música se siente viva.

Más que una presentación, fue una celebración del proceso creativo. ALISSTAR reafirmó que su esencia está en conectar, compartir y seguir impulsando a quienes están redefiniendo la música desde lo real, lo libre y lo que se siente.


TXT: Enrique Luna
Fotos: Cortesía
 
							 
						 
							 
							 
							